Arquitectos: Emilio López Herrera y Luis López López.
El proyecto se ubica en un terreno de 1000m2 en el valle de Nayón en la afueras del centro urbano de la ciudad de Quito.
La idea inicial consistió en direccionar los interiores de la casa hacia la zona de recreación o jardín cercana a la quebrada que además es una zona ligeramente deprimida y con exuberante vegetación.
Es así que el partido arquitectónico se erige a partir de muros de hormigón armado de 30cm que funcionan como conformadores de espacios, direccionadores de vistas y articuladores de los recorridos al interior y hacia el exterior de la casa.
Debido a la importancia de estos muros se resolvió trabajarlos con color y textura. Para esto fueron necesarias varias pruebas para encontrar un acabado deseable y una resistencia estructural optima. La decisión final consistió en prepara el hormigón para los muros insitu utilizando pigmentos para hormigón rojos, amarillos, y cafés, además de cementina. Para acentuar la textura se utilizó cofres con duela de eucalipto cepillada un solo lado.
Sobre estos muros se monta una envolvente. Esta es una capa liviana de fibrolit impermeabilizada con pintura elastomérica. La idea era que esta envolvente o cubierta flotara sobre los muros, por lo que se resolvió asentarla sobre una estructura secundaria de pórticos de madera laminada de vigas de sección de 40x13cm. Estos a su vez se asientan sobre los muros de hormigón armado.
Los acabados interiores se resuelven con materiales sin revestimiento. El piso es de cemento alisado blanco con sellador. EL acabado de los muros interior es respetado. Y a la madera nada mas se le da un acabado en aceite.<
Ubicación: Nayón, Ecuador